En 1810, se instaura
en Chile la Primera Junta Nacional de Gobierno
En 1832, se realiza
la primera Parada Militar, en el sector llamado La Palma, encabezada por el Ministro Diego Portales
En 1847, se canta por
primera vez la Canción Nacional de Chile,
escrita por Eusebio Lillo
Aprovechando estas
festividades, mi padre escribió las siguientes poesías
Las banderas gozosas
salen a bailar el
dieciocho
con sus colores de
fiesta
van bailando la
cueca.
Saltan, brincan.
Encaramadas en las
ramadas,
serias en los
desfiles
como subordinados
soldados.
Riendo, gozando,
danzando,
en las manos de los
niños,
celebrando con ellos,
el canto de la
Patria.
“LA CUECA”
Quisiera ¡ay!, como
quisiera,
Bailar, en primavera,
Bailar, una cueca
entera,
Bailarla, con una
morena.
Con zapateo y huifa,
Para alegrar y gritar
la cueca,
Revolotear alrededor
de ella,
Como huaso zalamero y
ladino.
Con pañuelo al aire
lanzado,
Abriendo y despejando
el camino,
Para llegar a la
morena,
Tan cerca, como huaso
enamorado.
Mirarla de cerca a
los ojos,
Sobre su cabeza,
revolotear el pañuelo,
Porque lo único que
yo anhelo,
Es bailar los tres
pies de cueca,
Bailarlo, con una
hermosa morena,
Y bailarlo, en ramada
dieciochena.
Rodolfo
Marangunic Miranda
LOS COLORES DE MI
BANDERA
De azul se cubrió el
cerro, de rojo,
madrugaron los lirios,
de blanco despertaron las alegres azucenas,
en mañanas de auroras
los colores se tejieron, en mantos de copihues,
con los colores chilenos.
madrugaron los lirios,
de blanco despertaron las alegres azucenas,
en mañanas de auroras
los colores se tejieron, en mantos de copihues,
con los colores chilenos.
El blanco derramado
En el sur de la
patria extrema,
Pintado de rojo, los
atardeceres,
el azul de un cielo
azulado, un cielo límpido de septiembre,
cóndores de blanco
cuello, (emplumados)
revoloteando, la azul
estrella,
en la cumbre de la
cordillera.
Rodolfo
Marangunic Miranda
COLORES DE MI PATRIA
Arco extendido del
sol,
Con sus flechas,
brillantes de luz,
Y su larga melena de
bronce,
Van alumbrando la
tierra,
con acuarelas de
colores,
va pintando las
flores,
grandes pinceladas
irisadas,
pintan la naturaleza,
de verde, el mar y los bosques,
de blanco, las nieves
y azucenas,
de rojo el cobre del
norte,
y los copihues del
sur,
de azul el amplio
cielo,
de bronce, el trigo
de las praderas,
las nubes, rojas de
atardeceres,
blancas, las playas
de arenas,
de plata, pintas los
ríos,
de café, la soledad
de la pampa nortina,
Rodolfo
Marangunic Miranda
Diseño: Patricia Marangunic
FiestasPatrias: Loínos
recuerdan cómo se celebraba el 18 en Chuquicamata y Calama
Publicado el: 18 septiembre 2017
Con elaborados programas de los festejos, que
incluían las tradicionales fondas, juegos criollos, retretas y desfiles
militares, además de juegos de artificios y las tradicionales salvas se desarrollaban
estas festividades en antaño.
Hablar de las Fiestas Patrias
en antaño era prácticamente referirse a un encuentro en familia, donde todos se
vestían con sus mejores galas para conmemorar un nuevo aniversario de la
Independencia de Chile, incluso al igual que ahora tomaban las provisiones del
caso para asumir algunos gastos extras originados por compartir algo diferente
a lo que estaban acostumbrados en el diario quehacer con todo el grupo
familiar.
Es así, como no sorprende el
relato del escritor local, Daniel Ramírez, quien manifestó que por la época de
los años 50 y 60 las personas se preparaban para esta celebración tan
significativa de la Patria, donde recordó que siendo un niño era una verdadera
alegría disfrutar de esta instancia, ya que su padre contrataba un transporte
especial para desplazarse desde la Dupont al sector centro de la ciudad, lo que
significaba un costo que no estaba considerado en la planificación mensual, con
la finalidad de concurrir al desfile militar y a las fondas populares.
También se organizaban juegos
tradicionales, donde incluso resultó ganador en cierta ocasión en el concurso
de los mejores llorones, y no era para risa indicó este ex trabajador de la
empresa minera estatal, quien era profesor de dibujo técnico en la universidad
tecnológica en la capital de la provincia El Loa.
Si bien, reconoció que eran
parecidas a las festividades actuales, recalcó que en aquella época se
compartía más en familia. “Las ramadas eran más artesanales, y sin muchas
cocinerías como en la actualidad”, continuó relatando el recuerdo que guarda de
aquella época dorada para algunos que la atesoran en un lugar muy especial de
su corazón.
“A los niños nos exigían usar
corbata para aquella fecha, era una costumbre pampina y dupontnina. Tal vez por
eso no soy de los que usan este tipo de prenda en la actualidad”, donde era
clásico vestirse de gala para concurrir a presenciar las retretas que efectuaba
el Ejército en el estadio municipal de Calama.
Además en aquella oportunidad,
era común contar con algunas licencias en el aspecto del control policial por
los desórdenes que se originaban por el mayor consumo de alcohol, es así, como
cuando alguien tenía problema con una persona y quería desafiarlo a pelear le
indicaban que para el 18 de septiembre se veían, ya que no eran detenidos por
infringir la tranquilidad y el orden público.
Fuegos artificiales
La misma situación fue dada a
conocer por la escritora chuquicamatina, Nancy Monterrey, quien recordó este
hecho anecdótico como parte de un ritual en el centro cuprífero administrado
por la Chile Exploration Company.
Asimismo, manifestó que en
aquella época se realizaban las tradicionales salvas o cañonazos que eran
tradicionales en esta fecha, al igual como los juegos de artificios en el
mineral. Una tradición que con el tiempo fue desapareciendo y que las últimas
generaciones de chuquicamatinos antes del traslado del campamento no pudieron
disfrutar como en antaño.
Las tradicionales ramadas eran
instaladas en la explanada que estaba ubicada en el sector en donde se
estacionaban las liebres, y los buses que transportaban a los trabajadores a
las distintas áreas de la empresa minera, prácticamente al frente del Club
Chuquicamata.
Mientras que otros centros de
bailes del campamento funcionaban como era habitual en estas fechas, incluso en
la unidad castrense funcionaba una fonda en estas festividades dieciocheras.
La destacada pluma
chuquicamatina, planteó que para aquella época (1915), se confeccionaban
programas de celebración, los cuales eran cumplidos de acuerdo a la pauta
establecida, ya que las familias se desplazaban a celebrar en el mineral desde
Calama, donde disfrutaban de las empanadas, el baile tradicional, los juegos
criollos y los multitudinarios desfiles.
Además del tradicional Te Deum
en la Parroquia El Salvador, y el desfile en la plaza donde todos llegaban con
sus mejores pintas, las que adquirían de manera especial para estas fiestas, ya
que en forma previa un comerciante de casimir recorría el mineral tomando los
pedidos respectivos.
Para algunos trabajadores está
resultaba la primera vez que accedían a este tipo de vestuario. “Era dos o tres
días de fiestas, donde las peleas estaban permitidas. Las fondas eran de latas
recubiertas con algunas ramas que conseguían por ahí. En el refugio se tomaba
helado y las fotos era de cajón”, manifestó esta escritora minera que recuerda
cada detalle de esta tradicional festividad de la Patria.
Luego agregó que “los mineros
se vestían de ternos oscuros, azul o negro, con lapiceras de colores brillantes
en el bolsillo, y lo que no faltaba eran las cazuelas, empanadas, pipeño y la
chicha para celebrar como Dios manda”.
Se vestían de gala
Un recuerdo similar guarda el
antiguo ciudadano calameño, Rodolfo Marangunic, quien nació el 23 de Marzo, con
dos hijos que celebran sus cumpleaños el 18 de septiembre, Patricia y Jorge.
“Luego de retirarme de la Chile Exploración Company me instalé con un local
comercial en Calama, donde en 1970 para esta fecha llegaba a vender más de 100
ternos de colores oscuros, negro, azul, café y gris principalmente, además de
otros cincuenta vestones y pantalones sueltos, para que fueran combinados como
quisiera el cliente”.
“Nadie utilizaba otros
colores, tal vez si lo hubieran hecho los habrían golpeado por la situación de
la época, no como ahora que incluso se observa a algunas personas con
pantalones de color rojo como nada”, puntualizó.
Otro aspecto que resaltó tiene
relación con el vestuario de los hombres, ya que los menores de 14 años
utilizaban pantalones cortos, con el objetivo de marcar la diferencia de la
madurez, además de suspensores, en el caso de aquellos con una situación
económica vulnerable utilizaban un solo tirante como “El Chavo del 8”.
Asimismo se refirió a la
ubicación de las ramadas, en cuanto han pasado por diferentes lugares en la
ciudad, incluyendo el Parque El Loa, el complejo deportivo Las Vegas, avenida
Granaderos, la Plaza 23 de Marzo y la Feria Modelo de Calama por nombrar a
algunos sectores en donde funcionó este punto de encuentro de la familia
calameña, retornando a uno de estos lugares como resulta ser la ex finca San
Juan o población Anaconda de la capital de la provincia El Loa en la actualidad.
También resaltó la llegada de
los circos en aquella época que era de real fiesta e inicio de la primavera,
algo que sobre todo marcaba la alegría de las familias en la provincia El Loa.
1915 y tradiciones, época en que
las Fiestas Patrias se conmemoraban con programas especialmente diseñado por la
ocasión, tal como aconteció en Chuquicamata.
1970 de gala. Las personas en
aquella época adquirían prendas de vestir nuevas, con la finalidad de celebrar
las Fiestas Patrias .
50′ década. Se destacaban las
fondas populares con las tradicionales retretas militares al mejor estilo de
los clásicos universitarios que se realizaban en el Estadio Municipal.( El
Mercurio de Calama).
No hay comentarios:
Publicar un comentario