viernes, 16 de octubre de 2015

Poesía

 EL VIENTO
Anoche:
Sentí cabalgar el viento,
En las soledades vacías,
Recorría el paisaje, saltando los ríos secos,
Atropellando las piedras, rompiendo soledades.
Desparramaba, ripios, gravillas y arenas,
En su paso por la noche,
Se arremolinaba el silencio,
Cuando cabalgaba el viento,
Su cabalgadura quebraba caliches,
Que crujían bajo su peso,
Oradaban las llanuras,
Sus cascos de acero brillantes.
 Antes que clareara el alba,
Y el sol brillara en la pampa,
Quisiera cabalgar con el viento,
Y recorrer todo el desierto.
Rodolfo Marangunic Miranda

2 comentarios:

  1. Me atengo al primer Poema: "VIENTO". El viento es material poético tan dúctil como el oro; en consecuencia existen innumerables formas para describirlo poéticamente, más aún: "líricamente". En nuestro concepto -el literario- somos diosecillos, o faunos traviesos que con mágicos pases de la mente lo transformamos, a partir de un soplo en brisa primaveral, en viento, como tal, en vendaval, en tornado, en huracán. Así y todo, pese a su conducta indómita, sigue siendo VIENTO.
    He aquí, en una de sus mansedumbres nos hechiza; ya sea primavera, verano, otoño, o invierno, y confabulado con la hora, o la luz, imprime en nuestro ánimo el Poema.
    Consecuentemente la gestación de cada escrito hereda nuestro ADN , por tanto nada se le puede restar, o añadir... como a hijo -si- se le puede "educar". ( a cada cual en la dirección que va la idea ) Somos dueños de la concepción y devenir de nuestros logros.

    GRAN SALUDO.

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  2. Me atengo al primer Poema: "VIENTO". El viento es material poético tan dúctil como el oro; en consecuencia existen innumerables formas para describirlo poéticamente, más aún: "líricamente". En nuestro concepto -el literario- somos diosecillos, o faunos traviesos que con mágicos pases de la mente lo transformamos, a partir de un soplo en brisa primaveral, en viento, como tal, en vendaval, en tornado, en huracán. Así y todo, pese a su conducta indómita, sigue siendo VIENTO.
    He aquí, en una de sus mansedumbres nos hechiza; ya sea primavera, verano, otoño, o invierno, y confabulado con la hora, o la luz, imprime en nuestro ánimo el Poema.
    Consecuentemente la gestación de cada escrito hereda nuestro ADN , por tanto nada se le puede restar, o añadir... como a hijo -si- se le puede "educar". ( a cada cual en la dirección que va la idea ) Somos dueños de la concepción y devenir de nuestros logros.

    GRAN SALUDO.

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